Reisum: una introducción

El mundo de Reisum es traicionero por naturaleza. Su belleza sobrecogedora se extiende desde las gélidas cimas de sus montañas hasta las tundras, donde la nieve centellea con el reflejo de un sol muy distante. Las temperaturas glaciales y el implacable invierno hacen que la vida en la superficie de Reisum sea casi imposible, y es de sobra conocido que la exposición prolongada a este clima puede acabar con la vida de los guerreros más resistentes.

En Reisum solo hay una cosa más mortal que las temperaturas: sus habitantes. Los más temibles son los Urikki, gigantescas criaturas semejantes a los roedores de la Tierra que se han convertido en la especie dominante debido a su fuerza y ferocidad. Son descendientes de unos seres más pequeños y numerosos, los Emin, que viven bajo tierra en una red de túneles conocida como la Madriguera. Tiempo atrás, el primer y más poderoso Urikki, Magir, juró a su moribunda madre que los Emin pagarían por sus fechorías. En la actualidad, la venganza de los Urikki se reduce a incursiones furtivas en la Madriguera durante los meses más duros del invierno.

“Recordad las grandes hazañas de los guerreros de antaño, pues costó mucho aprender sus lecciones. La sangre de pocos es derramada por el bien de muchos. No debemos creernos más valientes y dejar que sus huesos se tornen polvo, sino vivir temerosos bajo su sombra.” - Atul, el Orador de los Muertos

Las tribus Urikki suelen emplear esquifes de hielo para surcar las enormes distancias de las estepas. Estas largas y estrechas embarcaciones están adornadas con runas y pictogramas que exaltan las virtudes y los logros de sus guerreros más valientes. Se dice que las tribus de la Tundra Negra han llegado a usar versiones más grandes de estos elegantes navíos como morada. Ver una flota de estas embarcaciones atravesando los témpanos de hielo es un espectáculo difícil de olvidar.

“Ofrecemos piedras para conmemorar a nuestros gloriosos muertos. Cada piedra será usada en el más allá para construir el Gran Salón de Varussk. Cada piedra representará una lágrima en su paso de este mundo al siguiente. Y, como las piedras, sus hazañas permanecerán intactas y su memoria, eterna. Nosotros, los Urikki, os recordamos… ¡y os seguiremos en la gloria!” - Osvek, Hakun de las Estepas del Norte